… No es el adiós que duele
sino los recuerdos que quedan…
Mis pies están eternamente cansados
de vagar entre destellos y fulgores
de ocasos marchitos
y amaneceres sin color.
A la fecha, la más fatídica,
ya solo espero la llegada
de una última palabra, un adiós
que me devuelva lo que la vida me robó.
Destino inconcluso,
cuajado de sonrisas derramadas
entre mil dolores del alma,
por cada una de tus heridas llagadas.
1 comentario:
Pero qué fuerte!. Cuando la vida te dea una razón para detenerte en el camino, debes tú darle mil y una para continuar avanzando.
Porque te conozco puedo decir que eres auténtico. Deja atrás todo lo que te hiere y a quién te hiere.
Publicar un comentario