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martes, marzo 01, 2011

VOLANDO A RAS DE SUELO








Un incidente fortuíto, cambió su vida por completo.
Desconocía que existiera otra forma de vida que pudiera hacerle más felíz de lo que lo había sido hasta entonces.
Atrás lo dejó prácticamente todo, cargando a sus espaldas tan solo una mochila con un montón de recuerdos. Olvidó el sujeto, abandonó su trabajo, vendió casa y coche y tomó a la desesperada un vuelo hacia lo que creía una nueva existencia, en otra ciudad lejana a la que hasta ahora se lo ofreciera casi todo. Esto lo creyó, porque en realidad le había ofrecido muy poco, a cambio de privarle de lo más fundamental: Su libertad.
En la terminal del aeropuerto, abandonó una de las pocas posesiones que todavía le acompañaban. Arrojó la tarjeta del móvil a la taza del wc y tiró sin piedad de la cadena. Con este gesto, olvidó a todos sus amigos y también a él.
Mario se ahogaba en un mar de aguas turbias, camino de la inmundicie.
¡Lo siento Mario!, precisamente tú que le situaste en el camino, tú que domaste al aprendíz que había en ella. ¡Lo siento!, nuevamente y mil veces más ¡lo siento!, le encandiló la parte pero le había defraudado enormemente el todo.
Emprendió una nueva aventura, todavía tenía edad para hacerlo. Vaga por la ciudad de destino sin rumbo fijo ni itinerario conocido, esperando nuevamente una sorpresa similar, en un sitio diferente.
Tal vez Mario haya finalizado también su viaje subterráneo y agonice inmerso en aguas cenagosas.
A la entrada del parque, al lugar donde regresan siempre los naufragos, en el margen de la acequia, divisó algo que llamó su atención. Era una tarjeta prepago, manida, pisoteada y maltrecha. La rescató y secó con mimo, la introdujo en su móvil y desplegó el menú de contactos, en la M, también existía un Mario. Rogó al cielo se tratara de un alma gemela y descolgó.
..."En estos momentos no puedo atenderle, inténtelo de nuevo en horario comercial o deje su mensaje tras escuchar la señal y le contactaremos. El departamento de marketing creativo, le desea muy felices fiestas"...
Claro, se aproximaban las tan temidas fechas navideñas, esas que vuelven en tromba cada año así como, los recuerdos.
Un nuevo año se avecina, una nueva ciudad y a pesar de ello, con tantos cadáveres a cuestas, también todos los recuerdos, ¡incluso tú, Mario!.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Algo nuevo, espero siga en esta línea, aúnque me gustaban más las entradas anteriores.
Mientras plasmes lo que te dicta el corazón, siempre tendrás mi aprobación.

Anónimo dijo...

Se aprecia que eres auténtico por eso contactas con la gente

MARIA LUISA INSUA dijo...

Me gusta mas tu estilo clasico y personal porque transmite de forma mas directa y afectiva.
Es una simple opinion, los artistas evolucionan en su trayectoria.