Cuando el 2017 agoniza, un año más, toca hacer balance de mi vida y de
las personas y circunstancias que me rodean.
Este ha sido un año indiferente, ni especialmente bueno ni malo si no,
todo lo contrario. Me he emocionado, reído, llorado, sufrido, ilusionado,
decepcionado, etc… También he soñado, amado y volado pero todo lo que hice y
sentí fue de corazón.
Siendo mi vida un edificio de puertas abiertas, he recibido a gente
nueva pero también me tocó despedir por imperativo legal y voluntad, a esas
personas que de alguna forma estuvieron siempre a mi lado.
Uno con el paso de los años, va soltando lastre y no permite que nadie
le encadene, le limite o simplemente le corte las alas para que no vuele. Mis
sueños forman parte de mi vida.
Para quien como yo, cree en la bondad de los seres humanos, es imposible
no sufrir porque a menudo uno espera de los demás que sean capaces de hacer por
mí lo que yo en circunstancias similares, estaría dispuesto a hacer por ellos.
Luego comprendo que cada uno es como es y no como a mí me gustaría que fuera.
Si la gente que me rodea fuera de otra forma, no serían ellos mismos. Yo les
quiero con sus defectos y virtudes.
Este año, he perdonado y olvidado porque así también lo han hecho
conmigo porque si bien es cierto que me han dañado, no es menos cierto que yo
he infligido tanto o más daño y dolor sobre quien me rodea. No obstante he
llorado y sufrido pero jamás he dejado de querer a quien conmigo va. Siendo
impulsivo y pasional, no podría ser de otra forma.
Igualmente experimenté la fuerza del amor y el cariño. He amado y me han
correspondido con creces, cosa que me ha hecho sentir inmensamente feliz. Va a
hacer cuatro años que alguien a diario se preocupa por mi persona y por hacerme
feliz. Alguien que ocasionalmente duerme entre mis brazos y sobre mi pecho y a
diario en mi pensamiento. Alguien que cuando le doy la espalda en el lecho,
escribe con su dedo sobre mi piel “Te quiero”. Mi vida sin ti no tendría
sentido.
Por todo lo bueno y lo no tan bueno, decidí asirme a la aventura que
supone la vida, aún sabiendo que ésta, es una pasión inútil.